Una forma de arder, 11: Marco Antonio Raya

ÁRDENAS

Toda esa placenta bastaría
para cobijarnos y no ser uña
y uno con la alambrada.

Hermano, anoche
soñé.

Sacábamos un suero dulce
de los ojos de nuestros caballos. Y mi madre
venía a limpiarte las legañas.
Pero ese no eras tú.

 

SWINOUJSCIE

Pasan los días, brotan los embriones y son de fieltro,
goteros del animal que reposa dentro de la carcasa,
que rompe las aguas y aletea:

todo es espuma
cuando las ballenas se pudren a sus pies.


Marco Antonio Raya (Montilla, Córdoba, 1978).

Es Arteterapeuta y Terapeuta Ocupacional. Cree en la escritura como fármaco, en el dibujo como costura, en la fotografía como invocación. La creación como resistencia mínima. Ha colaborado en proyectos como Revista Kokoro o Nanoediciones y en diversas antologías. Tiene un pequeño altar donde guarda los avatares de Maillard, Kristof, Jota-Pérez, Lem, Moore, Plath o McCarthy. Estos dos poemas pertenecen a MONO, su segundo poemario. 

www.marcoantonioraya.com

Una forma de arder, 10

 

Los perros

  

Nadie me ha tocado    nunca. Nadie nunca ha acariciado con la yema de sus dedos un solo pedacito de mi piel       . No conozco el tacto humano la temperatura de un cuerpo humano el calor que dos cuerpos unidos pueden crear

 

Nadie

jamás me ha abrazado            Excepto los perros

 

En este trozo de tierra dicen que hubo una casa eso oí decir. No se atreven a entrar. Creen que me observan pero soy yo la que les observa. No voy a morir nunca    tengo esta peculiar certeza. No sé cuál es mi nombre. Tampoco sé quiénes fueron mis padres     .   Recuerdo haber estado siempre aquí con los perros. Vivimos en este trozo de tierra a la intemperie             .

Nunca intenté salir y no intentaré salir nunca.

Sé que si lo hiciera todo acabaría.  Ellos   los que me miran con miedo y desprecio   no lo saben no lo pueden saber.

 

Los perros cuidan de mí y yo cuido de ellos nadie puede estar en este trozo de tierra excepto nosotros                                          .

Somos los. guardianes.

Nadie me ha explicado nunca nada . Desconozco cómo aprendí a hablar si es que esto es hablar.   Desconozco cómo aprendí a entender lo que ellos dicen   los que creen observarme   quizá no aprendí nada y todo esto está siendo inventado por mí quienquiera que yo. sea. .                 

Con los perros es diferente .. No hablamos..  Tan sólo hacemos la realidad

 

Son nueve. Los perros siempre han sido los mismos.

Cuando me despierto me lamen las manos y la cara me traen comida en este trozo de tierra no hay comida hay árboles. .Los perros nunca salen de este trozo de tierra me traencomida cuando despierto abren las fauces con mucho cuidado dejan caer la comida     sobre mis manos así :                                       :

 

Los que creen observarme y los perros son diferentes       No tienen cuerpos parecidos      eso lo sé pero         . No sé a qué me parezco yo puedo andar a cuatro patas si quiero y a dos si quiero creo que si quisiera podría hablar con los que me observan pero nunca

quiero

Con los perros no hablo somos los guardianes de este trozo de tierra . No sé qué guardamos no es cierto lo sé no podemos salir de aquí nadie puede entrar los perros

y yo esperamos y hacemos la realidad     sucede

así: ha

 

sucedido muchas veces los perros y yo nos acurrucamos muy juntos sobre la hierba

y poco a poco nuestra carne

se abre mi carne

abierta   

comelacarne                                     de los perros     

y ellos

a                      lengüetazos

y mordiscoscomen               mi carne

sorben

nuestrasangre entonces

eso

empieza a surgir                                 sentimos

exactamente

nuestro corazón es

una inmensamanta

que envuelve el

mundolatimos                     esoentonces      y eso noduele

empieza

a surgir y a

nosentirse

eso                                                 se detiene

   nosesiente

eso

detenido

respira vuelve a

respirar                                                               respira

respira

esolate

de nuevo

y todo vuelve a

producirse     

poco a poco

empezamos

a sentir

                                                                                                   latimos

nuestra carne

de nuevo

se separa

eso

hacemos

                                                     la realidad

todo empieza para

los perros y para mí volvemos a estar sobre este trozo de tierra

 


Lola Nieto. Barcelona, 1985. Doctora en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona. Trabaja como profesora de lengua y literatura en un instituto de secundaria. Coordina, con Antonio F. Rodríguez y Laia López Manrique, la Revista Kokoro (http://www.revistakokoro.com/). Ha publicado alambres (Kriller71-Púlsar, 2014) y Tuscumbia (Harpo libros, 2016).

monólogo acerca del instinto y de la entrega

san francisco de asís se dirigió a las aves las llamó hermanas impuso el silencio les dijo  -ahora me toca a hablar a mí

a mí

que sueño con todas las alas de mariposa que se arrancaron una a una para enterrarlas junto al cuerpo de miles que perecieron hace miles y miles de años                                        

                                                                  (pétalos  pequeñas deidades animales hechas de arcilla vientres que se vaciaron para dar paso a la mirra)

pero me toca hablar a mí

que soy un organismo como cualquier otro infinidad de posibilidades de células chocándose (o escribiéndose) las unas con las otras una multitud de impulsos –repito- como los de cualquier otro debatiéndose dentro por igualentre los estímulos de la destrucción y de la supervivencia

a mí

que estoy escribiendo estas líneas que lees porque hevuelto a buscar la técnica de la datación por carbono los entierros en el paleolítico el proceso de embalsamiento y preparación de difunto en el antiguo egipto

a mí

        que como tú quieres el remedio la bondad el ejercicio exacto para perpetuarse
        el reconocimientoel refugio la venda el duelo
        todo lo necesario

 

a mí
que miro mis dientes y mis manos
cada parte de mí abreviada
como todas esas veces que tecleas ADN pero ni haces el intento de escribir ácido desoxirribonucleico
a mí
que me gusta llamar las cosas por su nombre
situarlas en la región exacta darles un significado proveerlas de una historia

a mí
que no soy san francisco
ni vosotros mis hermanas las pobres golondrinas
a mí
que no soporto la idea de verme hablándole a un animal
para pedirle que se calle
que prefiero la cura y no el silencio
pero cada vez que escribo
estoy contradiciéndome
a mí misma
convirtiéndome en la hermana
en el profeta que se sienta delante de los pájaros
pidiéndoos por favor
silencio
porque es ahora
cuando me toca hablar a mí

        

una forma de arder, 9

PUÑO CERRADO QUE NO SE COMPRENDE
 


Tengo un nombre que me pesa
la tradición del apellido del abuelo
y de la casa
siempre de la casa.
 
Vuelvo a esta niñez
como quien vuelve a un puño
cerrado
que no se comprende.
 
Vuelvo
a la madre que no tiene tiempo
pero que siempre trae
algo
 
al piano que nadie toca
porque sus manos están muertas
y con ella mi ternura.
 
Vuelvo a esta casa
sacrifico un paraíso.
 
Vuelvo yo
regreso siempre
la infancia no.
 
Nunca.

Oriette D’Angelo


Oriette D’Angelo (Caracas, 1990). Estudió Derecho en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Editora y fundadora de la plataforma literaria www.digopalabratxt.com. Con su libro Cardiopatías ganó el Premio de Autores Inéditos de Monte Ávila Editores, mención Poesía, 2014 (por publicarse). En 2015 obtuvo el segundo lugar en el I Concurso de Crónicas de la Fundación Seguros Caracas, Venezuela y en 2016 el tercer lugar en el Concurso Iberoamericano de Poesía "Letras de libertad" de Un Mundo Sin Mordaza. Sus poemas aparecen en diversas antologías publicadas en Venezuela, Argentina, México y Ecuador. Maneja el blog personal http://www.oriettedangelo.com.

una forma de arder, 8

detalhe de Zurbarán 

detalhe de Zurbarán 

DONDE PUSO EL TEMBLOR LA PRIMER HOJA

 

había una niña en saldaña
donde veraneábamos con vina
se llamaba celia

había piñas secas y agujas de pino por los suelos jugábamos 

a construir con piezas
de plástico nuestro futuro 

me hice su amigo a lo largo de los años y
¿dónde estás celia? ¿te has casado?

construí de plástico también su confianza
y así un día me enseñó su rey de metacrilato

¿yo era un niño malo ma
má?

por qué si no guardé en mi bolsillo la corona
y dejé a su rey decapitado 

ella lloraba y lloraba y yo
     te lo quise contar todo ma
     má todo ni
     ño malo
pero no pude

'lo habrás perdido hija tranquila'
le decía su abuela en la piscina
ella nadaba con burbuja

pero yo ya sabía hundirme
hasta muy abajo

aguantar la respiración

también mentir

tocar el fondo

y dime mamá ¿estás enfadada?
y dime mamá ¿estás orgullosa?
sí dime mamá 
estoy aquí
te escucho 


Miguel Rual (n. Oviedo, 1992) estuda medicina.
Blogue: http://datosbiograficos.tumblr.com/